Para las familias que cuidan a parientes ancianos, la incontinencia representa un desafío emocional y económico.,mientras que la enfermedad en sí misma a menudo causa vergüenza y aislamiento social para las personas mayores.
Muchos cuidadores siguen sin saber que existen numerosos programas de asistencia para proporcionar suministros de incontinencia gratuitos o de bajo costo.las personas cualificadas pueden obtener productos esenciales sin carga financiera.
El gasto de los productos para la incontinencia se debe a varios factores:
Más allá de la incomodidad física, la incontinencia afecta a las personas mayores en múltiples dimensiones:
La exposición prolongada a la humedad conduce a la degradación de la piel, aumentando los riesgos de infección. Las limitaciones de movilidad pueden empeorar a medida que las personas evitan el movimiento para prevenir accidentes.
Muchas personas mayores reportan sentirse avergonzadas y con una baja autoestima, a menudo retirándose de las interacciones sociales que antes disfrutaban.
Los costos mensuales de los suministros a menudo superan los 100 dólares, lo que crea dificultades para los hogares de ingresos fijos.
La mayoría de los programas estatales de Medicaid cubren suministros de incontinencia cuando se considera médicamente necesario.
Para aquellos que no son elegibles para Medicaid, existen otras opciones:
Lo mejor para incontinencia severa o movilidad limitada, ofreciendo la máxima absorción pero requiriendo ayuda para cambios.
Los estilos discretos y de tirón se adaptan a personas moderadamente activas que manejan una fuga moderada.
Los insertores delgados y desechables funcionan bien para incontinencia leve en personas mayores activas.
El proceso de solicitud suele incluir:
Si bien navegar por estos sistemas requiere paciencia, el acceso resultante a suministros gratuitos puede mejorar drásticamente la calidad de vida de las personas mayores y sus cuidadores.